
¡Hola! Hoy me gustaría contarte cómo nació Be-you Lencería, el proyecto de mi vida.
La necesidad
Como muchxs mexicanxs, mi trabajo no me ayudaba a cubrir todas mis necesidades y deseos, me hacía falta un ingreso extra. Platicando con mis conocidas, vi que la lencería era un producto que las mujeres buscaban mucho, empecé a buscar más por curiosidad, pero me di cuenta de algo que me impactó muchísimo: la lencería está atada al deseo del mundo principalmente en 2 sentidos: si tienes pareja la usas; si no, no puedes; si tienes el cuerpo perfecto, la usas; si no, no.
He sido creyente desde hace muchísimo tiempo que unx debe hacer las cosas para sí, no para otrxs.
Cómo fue creciendo
Por esto, en octubre de 2018 me animé a hacer mi sueño realidad: Be-you Lencería.
Tuve el apoyo de mis seres queridos, con su ayuda y mi esfuerzo pude comprar mi primer pedido. Empecé a ofrecer piezas de lencería entre mis amigas, quienes me ayudaron muchísimo.
Con el tiempo, me volví una neni (¡literal!) que entregaba en puntos medios de Ciudad Juárez, a chicxs que me contactaban por Instagram y Facebook. Poco a poco mi sueño se materializaba más.
Para 2019, pude reclutar a vendedoras (llegaron a ser 18) que promocionaban el catálogo en círculos que quizá por mi cuenta nunca hubiera llegado. Estoy muy agradecida con ellas.
En medio de la pandemia, en pleno 2020, di un paso que me llenó de miedo y me hizo pasar días sin dormir: abrir mi primera tienda, ¡no podía creerlo! Cuando inauguramos, todos los corajes y los nervios valieron la pena.
Gracias al apoyo de mis maravillosxs clientes, (¡algunxs hasta ya son mis amigxs!) pudimos expandir la tienda en 2021. Un espacio más grande, cómodo y justo como soñaba: cualquier persona que entrara no solo viera piezas de lencería, sino que viviera una experiencia de empoderamiento y se sintiera hermosx.
Ese es el propósito de Be-you Lencería: usa la lencería para ti, para retomar la conexión contigo mismx, para que te sientas bien y te reconcilies con tu cuerpo, que es perfecto tal cual es hoy.
Este sueño me ha costado desvelos, sacrificios y esfuerzo, pero con mucho trabajo y el apoyo de mis seres queridos, ha sido posible.
Besos, Fanny