
Hoy quiero compartir contigo un cachito de mí, de mi historia y cómo decidí hacer mi sueño realidad.
Siempre apoyada
Durante toda mi vida, he contado con el maravilloso apoyo de familiares, amigxs y compañeros de trabajo. De una u otra forma, han estado ahí para mí, para ayudarme a emprender mis sueños.
Mis seres queridos me apoyaron y me alentaron con mucho cariño a empezar este sueño: Be-you Lencería, compré mi primer pedido de lencería y mandé a diseñar el logo que hasta hoy tenemos.
Mis amigas me echaron muchísimo la mano porque fueron mis primeras clientas, me ayudaron a promocionar mi emprendimiento entre sus amigas y familiares, les agradezco muchísimo. ¡Hay más!, mis amigos hombres me llevaron a clubs de caballeros para darles a las chicas del lugar mi tarjeta de presentación, fue algo muy raro, diferente, pero muy enriquecedor también.
Nada en la vida es fácil, pero emprender significaba salir de mi zona de confort, tenía miedo, mucho. ¿Y si no funcionaba?, ¿estaba perdiendo el tiempo?, dudaba mucho de mí misma (de vez en cuando aún pasa, pero ya me siento más segura). Y sin embargo, todxs me echaron sus porras, me alentaron, fueron mis clientes, por ellos y por mi sueño seguí esforzándome.
Tenía tanta determinación que cuando tenía que asistir a bazares y expos (aún no tenía mi tienda), mis amigas me ayudaron a cubrir turnos en mi trabajo. Hice todo esto y más por alcanzar mi sueño.
Gracias a todas esas personas especiales que han estado junto a mí, ustedes me han ayudado tanto a estar aquí hoy.
Besos, Fany